Hay que aprovechar cada instante







La vida es disfrute, y para mí, uno de los mayores disfrutes de la vida,



además de mi familia y mis amigos, es un buen vino con unos ricos manjares,



y en un lugar difícil de olvidar. A partir de ahora, intentaré aportar recetas,



notas sobre buenos vinos (de aquí y de allá), Gin Tonics, interesantes hospedajes,



opciones de hostelería y lugares para visitar........con sus enlaces y



lo que todos querais opinar y aportar.........



lunes, 21 de marzo de 2016

Pavo crujiente con salsa de mostaza y miel



Vamos con una receta muy sencilla, rematada con unos retoques que le dan más juego.

INGREDIENTES (para 3 personas)

2 solomillos de pavo
Sal azul de Persia
Cúrcuma
Pimienta de Jamaica
Un par de huevos (mejor si son de gallinas camperas)
Pan rallado crujiente (parecido al panko)
Aceite de oliva suave (para freir)
Mostaza de Dijon
Mostaza a la antigüa
Miel de Palma (podríamos sustituir por otra, pero con buen punto de dulzor)
Salsa de soja dulce

RECETA

Limpiaremos los solomillos y eliminaremos los nervios y tendones, sobretodo si lo van a comer niños. Cortamos en trozos medianos, que puedan comerse en un par de bocados.


Salpimentamos los trozos de pavo, y le añadimos un ligero toque de cúrcuma, que le dará un regusto exótico, además de ser muy saludable para nuestro cerebro.


Pasamos los trozos por huevo batido (con un poco de sal) y rebozamos en el pan rallado crujiente, que le dará volumen al freir. En una sartén con el aceite bien caliente, comenzamos la fritura, y bajamos al medio el fuego para no quemar en exceso el rebozado, sin que se nos haga bien por dentro. Pasaremos por papel secante para eliminar los excesos de aceite.


Lo que buscamos es un rebozado crujiente, que se perciba bien en boca, a la vez que una carne jugosa, que no se nos pase (mejor que se quede levemente sonrosada).



Por otro lado nos ponemos con la salsa, de elaboración igual de sencilla, o incluso más. Cucharada y media de cada una de las mostazas, dos cucharadas de la miel de palma (quizá más si es de otro tipo) y media cucharada de salsa de soja; emulsionamos hasta que queda una mezcla suelta.


Y ya sólo queda presentar y disfrutar; un plato para niños y mayores.




martes, 8 de marzo de 2016

BARRA ATLANTICA : Esa taberna gallega que se moderniza en Madrid



Todo surgió en Santiago de Compostela. Barra Atlántica echó a andar sobre la base del producto.

Pero un día alguien pensó que ese concepto, moderno y de calidad, se podía exportar. Y qué mejor sitio que Madrid, en uno de los barrios donde se están haciendo las cosas bien : Chueca.


Tras sus puertas de madera, con sensación de taberna marinera, te adentras en un espacio bien concebido, con decoración alegre y luminosa, con una primera zona de barra donde poder tapear de pie y sin reservar, posibilidad de comer en taburete y una mesa corrida, donde compartir buena gastronomía. Se puede reservar, pero se ha de tener en cuenta que tanto la comida como la cena se trabaja a dos turnos, y el total de sillas son 12; en la parte de abajo queda un último espacio, donde se puede rematar la sobremesa.


La carta no es amplia, pero bien elegida, toda basada en marisco y pescados con elaboraciones sencillas y precisas. Y siempre desde el punto de vista de lo que cada día marque el mercado.


Pero lo que degustamos, y recomiendo, es la opción de reserva, donde puedes disfrutar el "Menú dame de comer", a razón de 25 € (vinos y postres aparte, además de aperitivos adicionales), lo cual al final te puede llevar a unos 40 € por comensal (con algún postre a compartir y una botella de vino por cada dos personas), una gran RCP.


Así arrancamos con unas zamburiñas al estilo gallego (fuera del menú, y a modo de aperitivo), para continuar con un juego de moluscos, de alta calidad y acertada elaboración : mejillones, navajas y berberechos. Ya estaba seleccionado el vino, un buen godello, dentro de una carta basada en ribeiros, albariños, godellos y mencías, todos aromáticos y con buena acidez para maridar de forma adecuada.


Seguimos con un tiradito de chicharro, con un perfecto equilibrio entre lo cítrico y lo picante; un plato de muy buen nivel.


Sorprendente la empanada, servida de forma individual. Crujiente, sabrosa, deliciosa. El pescado va cambiando, según lo que el mercado aconseja.


Y el menú se remata con el pescado del día; en este caso, una merluza que me sorprendió, gracias a un perfecto punto de cocina, y una elaboración sencilla, pero perfecta. Para mí, el mejor plato.

Nos habíamos quedado bien, pero como nos habían recomendado el pulpo a la parrilla, pedimos una ración para los 4 que allí compartíamos mesa. Cocción en su punto; las patatas, maravillosas.


El servicio muy bueno, profesional pero a la vez divertido, con buenas explicaciones de los platos y una atención eficiente.


Unos sorprendentes gajos de manzana almibarados y rematados en lima, corrían a cuenta del menú; a ello le sumamos un postre a compartir, pleno de matices y sabores.


En definitiva, les auguro un muy buen futuro.....

Barra Atlántica
Gravina, 17
Madrid
madrid@barratlantica.com
619.15.57.94