Hay que aprovechar cada instante







La vida es disfrute, y para mí, uno de los mayores disfrutes de la vida,



además de mi familia y mis amigos, es un buen vino con unos ricos manjares,



y en un lugar difícil de olvidar. A partir de ahora, intentaré aportar recetas,



notas sobre buenos vinos (de aquí y de allá), Gin Tonics, interesantes hospedajes,



opciones de hostelería y lugares para visitar........con sus enlaces y



lo que todos querais opinar y aportar.........



lunes, 3 de diciembre de 2012

Menú marinero : ¡Vaya sarao de sábado!


Dentro de esas benditas locuras que se nos ocurren organizar en Exquisiteces La Riojana (Meddis), este pasado sábado se ha celebrado la última. Con José Blas al mando de los vinos (excelentes como siempre), los fogones fueron esta vez cosa mía, pero con la inestimable ayuda de Enrique Macía.


En esta ocasión optamos por una magnífica colección de vinos blancos, para lo que la comida la derivé hacia el mundo marino y marinero.

Pero vayamos a lo que las más de 20 personas asistentes pudieron disfrutar :


Se arrancó con un cocktail de bienvenida, a base de varios ibéricos, una chistorra deliciosa y quesos, todo ello acompañado de Brut Rosé Special de Graham Beck, aunque hubo quien optó por cerveza artesanal japonesa o el gran Pinot Noir de Saint Clair.

Y a partir de este momento me tocaba entrar en acción. Ya con la gente sentada en las mesas empezamos por unos mejillones con "mi vinagreta" (a base de pimiento rojo, cebolla, chalota, pepinillo y tomate raf, todo bien picado, sal dulce de Utah, mostaza a las hierbas, albahaca, vinagre de Cabernet Sauvignon, aceite a la naranja y miel) y un Gewurztraminer neozelandés de Spy Valley.



Tocaba un poco de cuchara, con una crema de algas (Wakame, Nori y lechuga de mar) y toque de nécoras y gambones, rematada con vieira marcada en plancha y gulas; ya os colgaré una entrada con la elaboración. Y si la crema fue una delicia, el vino no quedó atrás : Crocodile's Lair de Bouchard Finlayson, un Chardonnay sudafricano de nivelazo.


No podíamos decaer, así que puse en escena un sashimi de salmón y atún rojo de almadraba, para degustar con albahaca y hierbabuena frescas, reducción de soja, jengibre y ginebra, y una gelatina de soja y coco. De vino, un riesling, desde Nueva Zelanda de la bodega Neudorf (¡vaya maravilla de combinación!)



Algunos pensaban que ya se había acabado............pero no. Mientras se entretenían con unas coquinas a la sartén con ajito y perejil, entraba el último maridaje.


Una ensalada de aguacates y cola de gambones con unos bueyes de mar, con la carne preparada al sauvignon blanc. Y claro, el vino no podía ser otro que un sauvignon blanc, uno de los buenos de verdad, de Saint Clair.

Y ya de fin de fiesta, no podían faltar unos dulces (con cierto guiño navideño) antes de degustar gin tonics variados, ron orgánico, vodka o buen whisky de malta.

Todo el mundo se lo pasó muy bien, pero quizá más yo cocinando para ellos, y sobre todo cuando al acabar, Sonia, una de nuestras comensales, dijo que "había sido feliz comiendo y bebiendo semejantes manjares".

















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