Hay que aprovechar cada instante







La vida es disfrute, y para mí, uno de los mayores disfrutes de la vida,



además de mi familia y mis amigos, es un buen vino con unos ricos manjares,



y en un lugar difícil de olvidar. A partir de ahora, intentaré aportar recetas,



notas sobre buenos vinos (de aquí y de allá), Gin Tonics, interesantes hospedajes,



opciones de hostelería y lugares para visitar........con sus enlaces y



lo que todos querais opinar y aportar.........



jueves, 11 de marzo de 2021

Influencer gastronómico : ¿Menú gratis para opinar con la tripa llena? El eterno "dilema" de muchos hosteleros




Aunque me veo guapo en la foto, no quiero hablar de mí 😃😃. Los que me leéis (lo cual os agradezco), habréis notado que no soy de atacar a nada ni a nadie cuando escribo, aunque no me importa crear un poco de polémica de vez en cuando. Pues bien, este post que recupero de 2012, y reedito, va un poco de eso, y además hace que me reafirme en lo que escribí y pensaba.


Respecto de los sitios que visito, sólo me gusta hablar de los que me han tratado bien, realmente me han convencido (sea por el motivo que sea) y sus viandas me han hecho disfrutar; y es que además pienso que hablar de quien no se lo merece acaba siendo un error, ya que no deja de ser una forma de publicidad (recordad aquello de "que hablen de mí, aunque sea mal"), y lo mejor es sencillamente no volver. Pues bien, sobre todo esto quiero hacer alguna puntualización, que más de uno me ha escuchado en más de una ocasión.





Un buen puñado de los sitios mencionados en el blog, a lo largo de más de 10 años, y más en concreto sus propietarios, que son quienes los encarnan, son ya buenos amigos y cuando les visito me tratan de maravilla, pero no por lo que he escrito de ellos (bueno, normalmente, claro), sino por lo que hemos charlado en lo cercano, mis apreciaciones y matices, el expresar de forma clara y directa lo que te gusta menos y lo que te ha entusiasmado. Y creo que es clave que la primera visita, como poco, se realice de forma objetiva, como un cliente más (y no sólo en el sentido de pagar la cuenta), ya que es la forma de poder apreciar y percibir todo sin condicionantes. El blog sigue siendo un hobby y, de momento, me puedo permitir "pagar".


Tengo la sensación (bueno, realmente es una certeza) que unos cuantos de los que hablan / escriben (a través de blogs, instagram u otras RRSS como "influencers" gastronómicos) lo hacen a partir de una invitación  (o autoinvitación, que es peor) de los locales que visitan y mencionan, de tal forma que el punto de partida surge distorsionado y condicionado; además, observo que cada vez hay más de esos "influencers" que sus conocimientos culinarios son más bien limitados, importando más su propio selfie, que el de los platos que le presentan. Y es que incluso muchos buenos gastrónomos bloggers, periodistas y similares, entre los que humildemente me incluyo, se encuentran en esa tesitura ante la cordial invitación de un restaurante, vía agencia de comunicación, por ejemplo, puesto que aunque no te guste, algo hay que comentar. Yo, particularmente, intento exponer in situ mi parecer, que no difiere de lo que luego transmito, por mucho que esas invitaciones conlleven el "peaje" de hablar del establecimiento, y generen cierto condicionamiento.


Y es que, llevado al extremo, a veces resulta más fiable el resumen de comentarios anónimos que se pueden encontrar en internet, basándose en una experiencia sin más, siempre que sean de forma sincera (y es que el gusto de cada uno, ha de prevalecer en su comentario), que lo que otros (y muchos de forma "profesional") nos puedan trasladar. Está claro que esto no es más que una opinión mía...


No obstante, y por descontado, también hay que cuidarse de los comentarios, sobre todo malintencionados, que uno puede leer en aplicaciones que todos conocemos, puesto que para lo bueno y para lo malo, van dirigidas con una intención predeterminada. En cualquier caso, es fácil detectarlas, y no hay más que rechazar aquellos comentarios de quien apenas opina, de quien sólo opina muy bien o muy mal, de quien convierte la opinión en algo demasiado personal. Y también es importante no quedarse en las puntuaciones globales que puedan tener los locales, sino adentrarse un poco en los distintos comentarios; os aseguro que en mi caso, siguiendo un criterio razonablemente lógico, por regla general he conseguido acertar en la mayoría de los casos con buenos establecimientos, incluso en zonas desconocidas, no sólo en España.


Para acabar, y esperando no haber sido aburrido, decir que en estos tiempos complicados que envuelven al sector hostelero, pensad que cuesta poco hacer una mención buena o positiva, y, por contra, un mal comentario puede ser muy dañino. Y como siempre, lo importante es disfrutar...



1 comentario:

Anónimo dijo...

A veces hay muchos jetas que no aportan nada