Hay que aprovechar cada instante







La vida es disfrute, y para mí, uno de los mayores disfrutes de la vida,



además de mi familia y mis amigos, es un buen vino con unos ricos manjares,



y en un lugar difícil de olvidar. A partir de ahora, intentaré aportar recetas,



notas sobre buenos vinos (de aquí y de allá), Gin Tonics, interesantes hospedajes,



opciones de hostelería y lugares para visitar........con sus enlaces y



lo que todos querais opinar y aportar.........



jueves, 27 de octubre de 2011

domingo, 23 de octubre de 2011

JUAN PALOMO en La Gabinoteca


En mi primera visita a este restaurante de ambiente moderno y distendido, he podido encontrar un buena cuidada calidad de la materia prima, junto con toques de querer hacer cosas diferentes. Y por aquí quiero empezar, por lo más "innovador" y divertido, como es su postre Juan Palomo : en la mesa una "caja de herramientas" y a experimentar (en la foto mi sugerencia), para después una foto y a colgar en la página en Facebook.

Si he de poner una pega, creo que sería la carta de vinos, algo limitada y poco arriesgada para lo que debería ser un local como éste, echando en falta vinos de D.O. más "informales" que Rioja y Ribera de Duero, que son la base.

Pero volvamos a las materias primas, esto es, a los platos, con una interesante concepción basada en pequeñas cantidades, a modo de tapa, que te dejan plenamente satisfecho, tanto en cantidad como calidad.

Creo que no se ha de dejar de probar el Potito : huevo, patata y trufa, presentados en los tradicionales potitos de los niños, a modo de una tortilla con una nueva forma de comerla.

La carrillera de ternera de Nino Redruello, sensacional; vieiras sobre tosta con pimientos, totalmente en su punto; platos sanos con verdura y pescado; en fin, en La Gabinoteca puedes encontrar una más que notable variedad, de la que disfrutar, tanto a la hora de la comida como de la cena, y después alargar una agradable velada.

Quiero terminar con otro plato, sencillo en sí mismo, pero que también me sorprendió y divirtió : Perrito caliente....con pedigrí; el perrito de toda la vida, pero con una salchicha elaborada artesanalmente en el establecimiento, que lo hace diferente.






miércoles, 19 de octubre de 2011

Otra Cata de Gin Tonics : la tercera

¿Hay dos sin tres? En este caso, no fue así, y el pasado sábado celebramos la tercera cata de Gin Tonics, bajo mi dirección, en la tienda delicatessen de Meddis.

Y allí estábamos un grupo de amigos aficionados a este combinado refrescante, preparados para catar 5 nuevas propuestas. La cata se basó en ginebras London Dry, todas inglesas, excepto la californiana Junípero; y de alguna forma quería mostrar lo expuesto en mi anterior entrada : la importancia de la tónica.




Arrancamos con Ish y Fever Tree, logrando un interesante equilibrio con piel de naranja y pomelo, regaliz y canela. Lo maridamos con unas almendras y unos cacahuetes con miel.



Un queso curado con una mora, sirvió de acompañamiento para un Fifty Pounds con 1724, rematado con piel de lima y moras. De nuevo, una buena elección.


El tercer combinado me sirvió para demostrar que una buena ginebra, como la London Nº1, puede venirse algo abajo sin la tónica adecuada (en este caso fue Boylan). Aún así, fue mejorando con el paso de los minutos al ganar en aroma con la piel de limón, cardamomo y jengibre; para maridar, unos ibéricos bien seleccionados.



Seguimos con lo que podría denominarse un Gin Tonic femenino : Pink 47 e Indi&co, aderezado con infusión de pétalos de rosa, fresón (mejor habría sido en época de fresas) y piel de naranja y limón (dando dulzor y acidez). Foie con mermelada de fresa para terminar de completarlo.




Y en quinto lugar, rematamos bien con Junípero y Britvic, sobre un pequeño lujo en forma de único hielo de tónica, bayas de enebro y cilantro, y piel de lima/limón. El sensacional mejillón que lo acompañó, hizo el resto.




En definitiva, 5 con 5, y difícil decisión sobre el de mejor calidad.







miércoles, 5 de octubre de 2011

Cocina en TV........o ¿TV en la cocina?

Cuando hace menos de un mes cogí una oferta de Imagenio, no podía imaginarme, valga la redundancia, que Canal Cocina se iba a convertir en mi canal televisivo de referencia, y por momentos casi una obsesión. Y esto ha hecho que me pare a pensar, y así he descubierto que realmente viene de muy atrás.
 





Aún era colegial, cuando en 1984 empecé a encontrarme ante el televisor viendo a Elena Santonja y su "Con las manos en la masa", para mí el primer programa de recetas conocido en TVE. Ya en 1991, y con un final del programa algo alborotado, comenzó a surgir la figura televisiva de la cocina "por excelencia" y que todavía podemos disfrutar : Karlos Arguiñano y su primera incursión con "El menú de cada día". Probablemente ésta fue una época determinante en mi cada día más incipiente afición a la cocina y, por ende, a la gastronomía en general.
A partir de este momento, fueron diversas las apariciones de cocineros y aficionados a lo gastronómico las que invadieron la pantalla, tanto en formato de programa propio como en pequeños huecos dentro de programas de mayor duración y diverso contenido. En gran parte, era más fácil encontrar estos programas por la mañana, casi con el pensamiento puesto, creo yo, en las amas de casa; pero esto fue cambiando, pudiendo poder anotar recetas a casi cualquier hora del día.
Y todo esto fue a más, derivando en una variopinta tipología de programas, desde concursos, recorridos por distintas partes del mundo, momentos para la experimentación y, por supuesto, sin olvidar los programas de recetas, pero ya con otro tipo de formatos, más participativos e incorporando nuevas situaciones. Incluso, grandes chefs a nivel mundial, como puede ser Gordon Ramsay, se ha adentrado en esta vorágine, en casos con programas ligados a restaurantes y cómo hacerlos funcionar.

Por eso ahora, cuando enciendo mi televisión, voy al canal 69, el de Canal Cocina, y allí tengo concentrado todo tipo de programas en torno a la gastronomía.

lunes, 3 de octubre de 2011

Conociendo VIÑA VENTISQUERO

Soy de la opinión de los que piensan que la clave del éxito de una cata radica, bien en la calidad de los caldos, bien en lo que la dirección de cata logre transmitir y enseñar.
Así, cuando se conjugan ambas cosas, no hay posibilidad de fracaso. Y esto nos lo encontramos este pasado sábado en la cata de Viña Ventisquero que pudimos disfrutar en Meddis, en su tienda gourmet de Moralzarzal.



En representación de la bodega estuvo Julieta Arévalos y, sobre todo, su enólogo, Felipe Tosso; sensacional su dirección de la cata, en la que pudimos mejorar conocimientos sobre terroir, historia de Chile y aspectos diversos dentro de la enología, y fantástica presentación de sus creaciones, esto es, sus distintos vinos.



Arrancamos con Herú 2009, un Pinot Noir delicado pero con cuerpo final, del que no hay en el mercado más de 6.000 botellas, siguiendo con Queulat Gran Reserva 2009, de "la uva chilena", la carmenere, con ese característico tono oscuro, toques de bosque, gran cuerpo y absoluta elegancia.


Continuamos con otro carmenere, el Grey 2008, necesitado de buena oxigenación y mucho cuerpo en boca. Grey, nombre de glaciar chileno, como Queulat, y que representa la denominación de una serie de vinos de pago (single block) de la bodega.


Cambiamos el registro, y nos adentramos en un Merlot, Grey 2007, con el peculiar tono oscuro de esta uva, y gran equilibrio acompañado de un singular dulzor.



Y si lo probado hasta ese momento me había gustado mucho, en los 3 últimos caldos llegué al punto de la fascinación cuando nos adentramos en el terreno de la uva syrah (¡cómo no!). Primero con lo que denominaría un característico, típico y auténtico Syrah : Grey 2008, realmente fabuloso. A reglón seguido, catamos el que para mí fue el mejor caldo de la noche, un sensacional Syrah con nombre fascinante : Pangea 2006; 18.000 botellas nacidas de vides criadas en terreno de cuarzo, hierro, arcilla y granito, con máxima elegancia y un toque de mineralidad, a la vez habitual en esta uva, pero dándole una particularidad que lo hace diferente, adjetivo que también podríamos aplicar al último caldo, el fantástico coupage de carmenere y syrah, el Vértice 2005.
Cata bien maridada, como de costumbre, en este caso con productos ecológicos riojanos en su mayoría, y que pude rematar en animada tertulia con el propio Felipe Tosso y varios de los asistentes.